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agosto 14, 2008

Yo tenía un diario cuando tenía como veinte años, por tres años escribía todo lo que pensaba y hacía, deje de hacerlo cuando me di cuanta que siempre hablaba de lo mismo. Era aburridísimo, repetitivo y con hartas faltas de ortografía. A veces solo cambiaban los nombres de los personajes, pero las situaciones eran las mismas, cíclicas, es más, los deseos de año nuevo eran igualitos cada año nuevo. Ante esta situación en lugar de cambiar mi vida, deje de reseñarla. Decisión puberta tardía.

Unos años mas tarde, para variarle un poco, decidí dibujar mis sueños en otra libreta. Anotaba el sueño, lo describía y después dibujaba con tinta dorada algo de lo que recordaba. Esto era más divertido porque aquí los creativos eran el inconciente y el subconciente y todos los demás entes que habitan en mi cabecita. Redacte mis sueños durante cinco años. Nunca pude constatar que ningún deja vú se diera en mi vida, pero escribí cosas que todavía me divierte y sorprende recordar. En esta libreta sucedía lo contrario que en mi diario, las situaciones eran diferentes pero los personajes eran los mismos.

La primera página decía a manera de introducción: «Últimamente he soñado mucho: un intento de registro de estas imágenes y sensaciones para ver si puedo conocerme mas» 20/10/01

Se dice mucho de los diarios y de los blogs.
Yo digo que vale la pena tener uno.

amen_zen