Martes de tintos y tintas

septiembre 4, 2012

«EspejulAcciones» es un libro de artista hecho a dos manos, escrito y dibujado durante un par de años por Felipe Ehrenberg y su seguro servidor, la idea original era publicarlo con la Libreria del MUAC con un pequeño pero coqueto tiraje. Las editoras serían las queridas Sol Henaro (curadora de la colección del MUAC) y Paola Sman (la que lleva la librería), y la diseñadora responsable de darle la forma final a nuestra maqueta era Selva Hernández.

Posterior a una de las juntas en Acapulco Ediciones, se nos ocurrió a Paola y a mi ir a darnos unos mezcales a La Clandestina, para hablar de números: costos y tiraje, repartición de beneficios y responsabilidades. Ella traía unos papelitos cuadrados que puso sobre la mesa, y supongo que retomando el espíritu colaborativo del libro que estábamos por imprimir, nos pusimos a hacer unos dibujos parcelisados: yo mitad derecha y tu mitad izquierda. Tomábamos un mismo motivo y lo dibujábamos a la mitad, pero obviamente no coincidía porque no tenían el mismo punto de vista. Hicimos varios y nos divertimos un par de mezcales. Dibujar es 50% observar, 50% trazar y 100% reflexionar mediante el diálogo que establecen estas dos actividades, si a esto le sumas una ecuación gráfica en paralelo con la cual puedes interactuar, la construcción es más amena e interesante.

Así que al pasarla tan bien, decidimos que sería una buena idea juntarnos con más amigos un día a la semana a conbeber y convivir mientras dibujábamos. Así nacieron los martes de tintos y tintas, un par de amigos compartiendo plumas, pinceles, hojas, anécdotas, brindis y ese tipo de conversación de café que nuestra apresurada generación canalizó a las redes sociales y el whatsapp. Creo que por eso el historiador gastronómico Edmundo Escamilla subraya constantemente el valor de la sobremesa en el proyecto «Los sabores de la historia», que realiza junto con el jefe de cocina Yuri de Gortari, dice que las infinitas sobremesas ayudan a combatir el espejismo del capitalismo y hasta el consumo de narcóticos, y sirven para transmitir la historia y la cultura viva. A lo mejor por eso nos gusta ese sano paréntesis, sirve para el desahogo, el cotilleo y hasta de nido para futuras colaboraciones…o no.

Ahora van cada semana un aproximado de quince o veinte personas, y hemos ejercido todo tipo de dinámicas, desde proponer un mismo tema, hasta intercambiar las hojas cada diez minutos, hemos hecho cadáveres exquisitos o ejercitar creaciones personales. Por ahí han pasado grandes artistas que respeto y admiro: desde Carla Rippey, a quien como dibujante admiro desde la prepa; Betsabe Romero, que en su última expo del Piso 51 me dijo que una de sus piezas de dibujo había nacido en un martes de tintos y tintas; el mismo Felipe Ehrenberg, Hector Falcón, Alejandro Pintado, periodistas como Edgar Hernández e Inbal Miller, curadores como Tania Ragasol o Kerstin Erdmann, varios publicistas y por si fuera poco se han sumado varias gentes de letras, la poeta Soledad Labaca, la académica Mónica Quijano, el guionista Hector Avélica y hasta la química Jimena Zugazogaitia que a la par del animador 3D Daniel Cosio pusieron el collage de moda sobre la mesa. ¡Bueno, hasta rockeros de formación plástica como León Larregui nos han acompañado!

Y lo hacemos en Lilit por la sencilla razón de que ahí se ofrece el 50% de descuento a toda persona que dibuje el martes por la noche. Personalmente también me gusta mucho su música y sus viandas. Llevamos medio año haciendolos, y no nada más la hemos pasado bomba, si no que ahora ya podemos integrar mejor las complicidades en papel, es como tocar un instrumento en una banda o como el sexo, vas encontrando, sin pedirlo, una manera de acomodarte con el otro.

Dicen que el hábito no hacer al monje, yo digo que independientemente de tu preferencia religiosa o de vestimenta, hay que tener sanos hábitos, como el de ver amigos y cómplices de manera regular, y entre trazos y tragos, inventar y construir cosas, a nosotros nos gusta el verbo dibujar, somos una serie de puntos que nos unen muchas líneas, una de ellas la amistad.

Amén